Es sólo el inicio. Falta mucho. Pero los Delfines de Miami son el único invicto de la AFC. Gran contraste a como estaban hace un año. Con nuevo entrenador y buenas contrataciones en la agencia libre, Miami parece haber encontrado la fórmula del éxito. ¿Le será duradera esta racha o son pura llamarada de petate?
¿Sorpresas o tendencias en Miami?
Hace unas semanas hablamos de las sorpresas de la semana 1 de la NFL. Decíamos que había que tener reservas, pues una semana no era una muestra representativa de lo que estaba por venir. Los resultados iniciales a veces terminan siendo engañosos.
Pasaron ya tres semanas de americano profesional y las sorpresas continúan. Una de ellas es que los Delfines de Miami se encuentran invictos en la cima de la AFC, con récord de 3-0. Más sorprendente es que en el camino, se despacharon a los Cuervos y a los Bills, dos serios contendientes a los playoffs, e incluso a llegar al Super Bowl, en el caso de Buffalo.
Al inicio de la temporada, para mí Miami pintaba como segundo en el Este de la Americana. Detrás de los Bills y posiblemente peleando por un Wild Card para los playoffs. Pero nada más. Hoy muestran una cara que al menos yo no esperaba.
El fracaso de la reconstrucción
Y es que precisamente hace un año, los Delfines de Miami entraban al mes de octubre con marca de 1-3. Tocarían fondo al llegar a 1-7. Cerrarían la temporada con 8 victorias en 9 juegos. Pero no sería suficiente. Por segundo año consecutivo, se perderían de los playoffs, a pesar de terminar con récord ganador.
Desde mediados de esa temporada, se declaraba que la reconstrucción de los Delfines había fracasado. A pesar de haber seguido el modelo de Buffalo, los resultados no llegaban. Miami seguía sin playoffs desde 2016. De hecho, desde 2002, solo han llegado a dos postemporadas.
A quien en el proceso le llovió tupido fue a Tua, el joven QB del equipo. La falta de resultados echaba leña al fuego de críticas por haber invertido una selección de primera ronda en el colegial de Alabama. La relación con el coach Brian Flores, no ayudó en nada al desarrollo y confianza del mariscal de campo.
Le dan la vuelta a la tortilla
La cuerda de los Delfines se rompió por el eslabón del head coach. Miami optó por darle las gracias a Flores, para contratar al coordinador ofensivo de los Niners, Mike McDaniel.
La decisión creó olas. Hubo cuestionamientos de discriminación racial por parte de Flores y todo un tema de “tanking”, mediante el que supuestamente el dueño de los Delfines le pagaría al entrenador $100 mil dólares por derrota, con tal de conseguir una mejor posición en el draft.
Sin embargo, Miami siguió su nuevo camino y en el offseason hicieron un blockbuster trade por Tyreek Hill, receptor estrella de los Jefes de Kansas City. Contrataron también a Armstead, un excelente tacle ofensivo para proteger a Tua.
¿El año de los Delfines de Miami?
Durante los training camps, hubo burlas sobre si Tua tenía brazo suficientemente para lanzarle a Hill. En el juego contra Baltimore, el #1 de Miami cayó muchas bocas. Dos TDs de Tagovailoa para Cheetah. Uno de 60 yardas. El otro de 48.
Ahora, ¿qué significa el buen arranque de 3-0 para los Dolphins? Por un lado, la estadística dice que los equipos que inician con esa marca, tienen alrededor del 75% de probabilidad de llegar a los playoffs. Sin embargo, ahí está el otro 25%, como los Broncos de Denver del año pasado.
Es cierto que los Delfines bien podrían ir 1-2, pues sus últimos dos partido los ganaron de manera apretada. Sin embargo, victorias son victorias. Cuenta mucho que en esos dos juegos le pegaron a dos equipos fuertes. En especial Buffalo, que se veía imparable después de dos semanas.
¿Es el año de Miami o pura llamarada de petate? Lo iremos viendo en los próximos meses. Por el momento, los Delfines de Miami arrancaron muy bien. Sus aficionados tienen motivos suficiente para emocionarse después de dos años de estarse quedando en la raya.