Es un mounstro en la cancha. Muchos no lo conocen aún. Pero si juegas fantasy, seguro sabes quién es. Si lo tenías en tu equipo te sumaba como bestia cada semana. Si jugabas contra él, posiblemente lo recordarías toda la semana. Él es Darren Waller, TE o ala cerrada de mis queridos Raiders de Las Vegas. Una estrella en ascenso en la NFL. Pero también una historia de adicción a las drogas y las revanchas que dá el americano. Aquí les comparto algo de su historia.
Cuando digo monstruo no sólo es una metáfora sobre su desempeño en el campo. Waller mide 1.98 metros y pesa alrededor de 115 kilos. Además tiene velocidad y buenas manos.
En su carrera colegial con Georgia Tech e incios con los Cuervos de Baltimore era receptor. Pero desde el draft se le veía madera para ala cerrada por su buen bloqueo.
Talento con problemas
A pesar de su gran físico, Waller salió hasta la sexta ronda del draft. Principalmente porque se le veía más como prospecto a desarrollar. Pero también porque en la universidad había tenido problemas de comportamiento y falta de compromiso y ética laboral.
Y es que Darren desde los 16 años había empezado a su adición a las drogas y al alcohol. En sus propias palabras, Waller dice que en el lugar donde creció “no era lo suficientemente negro“. Al también ser muy inteligente, no encajaba ni con los atletas ni con los nerds. Esta falta de pertenecer a un grupo lo llevó a las adicciones.
En sus primeros años en la NFL, además de lesionarse, fue suspendido en dos ocasiones por violar la política de abuso de sustancias de la liga. Su actitud mostraba cero compromiso con su equipo, compañeros o la vida. No le importaba nada. Él mismo reconoce haber como vivido en estado «vegetal», metiéndose de todo.
Retoma el camino
Tocó fondo durante su año de suspensión. Decidió rehabilitarse. Una vez que retomó el camino, empezó a trabajar en un supermercado acomodando productos.
Del supermercado regresó a la NFL. Al terminar su suspensión volvió con los Ravens al equipo de práctica. Fue durante los pre calentamientos de un juego contra los Raiders, que su trayectoria profesional cambiaría. John Gruden, el Coach Chucky, lo vió y decidió contratarlo.
Su historia saltó a la cámaras durante el “Hard Knocks” que HBO hizo sobre el training camp de los Raiders en la pretemporada de 2019.
Las revanchas que dá el americano
Desde entonces Darren Waller no ha mirado hacia atrás. En la cancha se convirtió en un arma imparable de la ofensiva de los Raiders. Lleva dos temporadas consecutivas con más de 1,000 yardas. El año pasado rompió el record del legendario Tim Brown “Mr. Raider” de más recepciones en una temporada para un Raider.
Fuera de la cancha, Waller también empezó a marcar diferencia. Con la mudanza a Las Vegas creó una fundación para ayudar a jovenes a no caer en problemas de adición como él los tuvo. También apoya a recuperarse a aquellos que han caído.
Si mi juego los inspira, entonces quiero ser recordado como el mejor jugador que pude haber sido, porque esto simboliza que sin importar dónde has estado, sin importar qué tanto has caído, siempre puedes estar mejor y alcanzar tu potencial máximo.
Darren Waller, 2020
El deporte reivindica
La NFL y el deporte profesional están llenos de casos de atletas que a pesar de ser talentosos y dotados físicamente, cayeron por el tema de las adicciones.
Ya dijimos que no todas las estrellas salen del draft. La historia de Waller es muy interesante pero diferente. Es la de una estrella que tuvo que fracasar dentro y fuera de la cancha antes de poder brillar en lo más alto de la liga. Darren Waller es ejemplo de las revanchas que dá el americano, a través de una cancha y un balón.
Si juegas fantasy, no lo dudes. Waller es una de tus mejores opciones. Si solamente sigues el americano, disfruta cada domingo al ver jugar este fuera de serie. Sobre todo si eres parte del Raider Nation.