Ha sido un matrimonio perfecto. Son el uno para el otro. Televisión y fútbol americano. Pero a la NFL le tomó tiempo consolidarse en el imperio deportivo y de entretenimiento que es hoy. El surgimiento de la televisión fue más que clave para ello. Todo empezó en 1939 con un Philadelphia Eagles vs Brooklyn Dodgers.
Es el fin de semana del Súper Bowl. Por mucho el evento deportivo más visto en Estados Unidos. Casi 100 millones de personas siguen el partido final por el trofeo Vince Lombardi. Se estima que para la ciudad anfitriona la derrama económica de un Súper Domingo ronda entre los 300-500 millones de dólares.
Sin embargo, este éxito económico y de audiencia no siempre han estado ahí para la NFL. Al americano profesional le costó mucho tiempo convertirse en un deporte rentable y seguido por las masas.
Inicios complicados
La NFL fue fundada en 1920 en Canton Ohio, bajo el nombre de “American Professional Football Association”. En ese entonces los deportes más populares y seguidos en Estados Unidos eran el béisbol, las carreras de caballo, el box y el americano colegial.
En su libro “The League”, John Eisenberg dice que el surgimiento del americano profesional no fue bien visto por el público. El deporte se asociaba más con una actividad amateur que servía para formar el carácter de los jóvenes. Pagarle a alguien por practicar este deporte, simplemente no le parecía a muchos.
Catorce años después de su creación, la NFL tenía apenas un promedio de asistencia por juego de poco más de 13 mil aficionados. Estas cifras hubieran sido menos si no fuera porque había equipos en ciudades grandes como Chicago y Nueva York.
Deporte no rentable
Pocos fans significaban pocos ingresos. Por ello muchos equipos que surgían en la NFL pronto desaparecían. Entre su inicio en 1920 y el final de la temporada de 1931, un total de 35 franquicias fracasaron y se despidieron de la liga.
En su primera temporada, la NFL tuvo 12 equipos. Para el segundo año eran 17. Para 1926, había 22 equipos compitiendo. Pero para la temporada de 1932, sólo sobrevivían 8 equipos.
El americano profesional tampoco era lucrativo para sus jugadores. El sueldo por partido rondaba en los $250 dólares. Muchos jugadores estaban en la liga al no tener otra cosa que hacer. Varios abandoron el deporte al encontrar una mejor fuente de ingreso.
La llegada de la TV
Como dijimos hace unas semanas, los dueños de los equipos se dieron cuenta que tenían que hacer más atractivos los juegos y el deporte si desean que fuera un negocio viable. Entendieron que también estaban en el negocio del entretenimiento. Cambiaron reglas y evolucionaron para gustarle más al público.
La Segunda Guerra Mundial le dio empuje al americano profesional. Mientras otros deportes suspendieron actividades, la NFL siguió operando. Aunque con dificultades para completar equipos, la liga empezó a ganar aficionados. Muchos asociaban el deporte físico y rudo con la guerra y el apoyo a sus tropas en el extranjero.
Pero el boost durante la guerra no fue suficiente. El verdadero despegue para el americano comenzó con la llegada de la televisión.
El primer juego y punto de inflexión
El primer juego televisado fue un Philadelphia Eagles vs Brooklyn Dodgers en 1939. Se usaron dos cámaras y 8 staff para transmitir el juego. La transmisión de NBC llegó a mil televisores. Como el día estaba nublado, la imagen no fue la mejor. Pero fue el inicio de un parte aguas en el deporte.
What Joe Buck keeps joking about regarding having only two TV cameras available tonight in Charlotte: here’s a picture from the first televised NFL game October 1939.
Crowd of 13,051 watched the Dodgers beat the Eagles 23-14 at Ebbets Field. pic.twitter.com/FT0bZy6jID
— Matt Sammon (@SammonSez) September 13, 2019
Algunos dueños de equipos tenían sus reservas. Creían que pasar sus juegos por televisión alejaría a los aficionados de los estadios, pues muchos preferirían ver gratis el partido en casa o en un bar. Su principal fuente de ingreso se vería afectada.
Pero la NFL se adaptó poco a poco. Creó reglas para que las televisoras compensaran a los equipos si la asistencia a los estadios caía. Luego llegaron los blackout rules que impedían transmisiones locales, para incentivar que la gente cercana físicamente fuera al estadio.
El matrimonio perfecto
A pesar de las reservas de los dueños, la televisión llevó la NFL a lugares donde era poco conocida y seguida. Generó nuevos aficionados en ciudades que no tenían equipos.
El punto de inflexión llegó cuando las transmisiones nacionales fueron posibles. Para 1954, los partidos de la NFL acaparaban una tercera parte de la audiencia televisiva de los domingos.
Si en 1951 NBC había pagado $100 mil dólares por transmitir de costa a costa el juego de campeonato, en 1957 CBS pagó $1 millón de dólares por lo derechos de toda la temporada. Un cambio significativo, pues 10 años antes Halas había vendido los derechos de los partidos de local de los Chicago Bears tan sólo a $900 dólares por juego.
La asistencia a los estadios creció. En 1950, alrededor de 25 mil fans iban a cada partido. Para 1958, el promedio era de más de 43 mil.
Ese año el juego de campeonato entre los Colts de Unitas y los Giants fue seguido en televisión por ¡40 millones! Una quinta parte de los Estados Unidos vió un juego dramático y emocionante que se decidió en muerte súbita. El matrimonio perfecto entre la televisión y el fútbol americano se había consagrado.
El uno para el otro
Visualmente, el fútbol americano resultó perfecto para la televisión. Es fácil apreciar el detalle de lo que pasa en la cancha. Las pausas entre jugadas permiten los comentarios, el análisis y las repeticiones instantáneas.
Hoy cada partido tiene entre una o dos docenas de cámaras y cientos de staff para sus transmisiones. Tan sólo para el Super Bowl del año pasado, CBS echó mano de 120 cámaras en cancha y los alrededores del estadio.
Desde hace tiempo, el principal ingreso de la NFL es por derechos de televisión. Las ganacias rondan en los billones de dólares. Para la televisión el negocio también es bueno. El promedio de audiencia por juego los domingos es entre 15-17 millones de espectadores. Además están los partidos de prime time los jueves, domingo y lunes por la noche.
Televisión y fútbol americano, definitivamente el uno para el otro. La mejor muestra es que hoy el
Super Bowl será seguido en televisión por los que somos aficionados de hueso colorado, pero también por muchos que saben o siguen poco el deporte. ¿Por qué? Porque la unión de la televisión y la NFL han creado una de las mejores fuentes de entretenimiento. El Súper Domingo es sólo la cereza de un gran pastel.